jueves, 21 de abril de 2011

Pensaba que las cosas bonitas se decían en voz alta.


El color de tus ojos se parece mucho al del rotulador que solía esconder cuando era pequeña, ése azul verdoso que sólo venía en los paquetes de treinta y seis. Raras veces usaba aquel rotulador, me daba miedo gastarlo.

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